jueves, 14 de junio de 2007

Los zapatos de mis Sueños


Hoy reflexiona Isabel Coixet, que tiene más arte para esto que yo:


__Los Zapatos de mis Sueños__
__Por Isabel Coixet__
Los vi hace seis meses en una revista y algo en mi interior clamó: «Los quiero.» Altos, nada prácticos, incómodos, imposibles. Seguí su rastro hasta una tienda de Barcelona. Cada día pasaba por delante para verlos y podía oír cómo me llamaban desde el escaparate. Aun así era capaz de resistir la tentación de poseerlos porque su absurdo precio me echaba para atrás: ¿Cómo es posible que unos zapatos cuesten el sueldo con el que podría mantenerse durante una temporadita una familia de cuatro miembros? Bueno, es posible, pero sobre todo es feo, en especialcuando hay tantas familias que ni en sus previsiones más optimistas lograrían sumar esa cifra a principios de mes. Así que tomé la decisión de no comprarlos, sintiéndome vagamente heroica por eso. (...)

Últimas rebajas. Los zapatos de mis sueños están a mitad de precio. Pero voy a ser fuerte; unos simples trozos de cuero y terciopelo no podrán con mi voluntad. Pasaré de largo. Veo a una chica con gafas y pinta de alelada entrar en la tienda y preguntar por el número de mis zapatos. Es el cuarenta. La observo mientras se los prueba con las manos temblorosas. Camina torpemente con ellos.

¿Quién será esa mujer que saca sin pestañear la VISA y se lleva unos zapatos que no se va a poner nunca? Si no fuera porque he decidido que jamás voy a comprarme un calzado bello pero incómodo, diría que soy yo o que, por lo menos, se parece muchísimo a mí.

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